EL TATUAJE

EL TATUAJE


Los tatuajes fueron una práctica eurasiática en tiempos neolíticos, y se han encontrado incluso en una momia del siglo II d.C
Historia:
En 1991 se encontró una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos, con 57 tatuajes en la espalda. Esta momia es conocida como el Hombre del Hielo o como Ötzi, es el cadáver humano con piel más antiguo que se ha encontrado, y su antigüedad varía según distintos autores: Cate Lineberry, del Smithsonian, calcula para él unos 5,200 años de antigüedad. A partir de este descubrimiento se puede decir que el tatuaje es tan antiguo como el propio ser humano. Sin embargo, las distintas culturas que utilizaron el tatuaje lo hicieron de distintas maneras; tanto como arte, en el sentido de creación de significados rituales o simbólicos, como ocurría en el Antiguo Egipto, como para marcar o señalar a los criminales, que es el caso de las antiguas Grecia y Roma. Incluso se cree que, por su posición en el Hombre de Hielo, las marcas cumplieron un fin terapéutico.

EL TATUAJE MAORI



El arte del tatuaje estaba reglamentado mediante estrictas leyes y sólo podía ser practicado por maestros de reconocido ascendiente social, que algunas veces también actuaban como guías espirituales. Tradicionalmente, el tatuaje se realizaba usando una herramienta afilada y tinta indeleble oscura, hecha a base de cenizas de cáscara de coco mezclada con aceite de coco o agua caliente. Las herramientas para punzar la piel eran huesos o dientes de animales (por ejemplo de tiburón), conchas de mar o pedazos de caparazón de tortuga. El proceso de tatuaje era muy doloroso y mientras se realizaba, el tatuador y sus asistentes entonaban cánticos rituales. Como parte del ritual, cada gota de sangre se limpiaba rápidamente para evitar que cayera al suelo.
En la cultura de las islas Marquesas el arte del tatuaje se expresa entre los hombres a través de formas geométricas que llegan a cubrir todo el cuerpo, incluyendo la cara y hasta la lengua. Las mujeres sólo se tatúan los hombros, la parte inferior de la espalda, las manos y el borde de los labios. La enorme variedad de diseños se relacionan con la naturaleza (animales como tortugas, tiburones, pájaros o iguanas; plantas como el bambú, la caña de azúcar, los cocoteros, etcétera) o con algunas leyendas o actividades como la pesca. Ciertas figuras denotaban identidades sociales: por ejemplo, sólo podía tatuarse una iguana en la cara una persona de rango social muy alto.

Para los maori de Nueva Zelanda el tatuaje también es esencial como signo de identidad cultural. En lengua maori, el tatuaje tradicional se conoce como moko y en términos formales se define a través de la simetría. Hasta principios del siglo XX, los hombres maori lucían tatuajes en la cara y en la parte baja del cuerpo, entre la cintura y las rodillas. Las mujeres se tatuaban alrededor de la boca y en el mentón. Los diseños típicos de los moko faciales de los hombres consistían en líneas paralelas de la nariz al mentón y sobre las cejas hacia las orejas. También adornaban sus mejillas, nariz, frente y mentón con diseños espirales o curvilíneos. La tradición maori considera los diseños del moko tan personales, que algunos hombres firmaban documentos con ellos. Asimismo, las esculturas de madera representando a los ancestros colocadas en sus casas de reunión también tienen su moko distintivo. Según la mitología maori, el tatuaje, el tejido y la escultura fueron entregados a los hombres por la diosa del Nacimiento. Por ello se establece que cada moko contiene un simbolismo de nacimiento-muerte que une a todos los seres humanos con sus ancestros.

                                                                              Realización de un tatuaje estilo Maori